martes, 30 de marzo de 2010

Ricky Martin como ejemplo de confesión

Parece que la noticia que dio Ricky Martin acerca de su homosexualidad fue una inmensa fuente de inspiración para un montón de celebridades que aprovecharon la buena recepción del público hacia la confesión del cantante y se lanzaron a revelar sus secretos igual de novedosos e inesperados, a saber:

Celeste Cid confesó que engordó,

Fantino confesó que le gustan los gatos,

Menem confesó que es ambicioso,

Ricardo Fort confesó que pagó para aparecer en televisión,

Macri confesó que los viejos le dieron todos los gustos,

Nacha guevara confesó que se hizo cirujías,

Gabriela Sabatini confesó que es homosexual también,

Mick Jagger confesó que en ocasiones tuvo sexo sin protección,

Cristian Fabbiani confesó que le gusta la noche,

Anamá Ferreyra confesó que sabe hablar bien en castellano pero se hace la boluda porque sino nadie
le daría trabajo,

Macaya Marquez confesó que ya está viejo.


Gracias por tu inspiradora confesión Ricky, nos demuestra que no todo es lo que parece.

jueves, 18 de marzo de 2010

Los Verbos Olvidados

Existe toda una familia de verbos a la que solemos recurrir cuando se nos pregunta qué nos gusta hacer: Bailar, salir, correr, trabajar, charlar, beber, dormir…
Hoy me di cuenta que hay muchísimos verbos devaluados, cosas que nos encantan hacer pero que por algún motivo no pertenecen a esta familia anterior de verbos populares.
Aquí va mi pequeño homenaje a estas cosas que a todos nos gustan hacer y nadie recuerda a la hora de responder un test estúpido como el de la Revista Viva, por ejemplo (cosa que todos hacemos). Empezando por:

Destapar: Dar el puntapié al reinicio del flujo; o bien destapar un vino, una botella de cerveza o escuchar el tsssss de una gaseosa.

Derretir. Quién no se queda mirando por la ventanita del microondas como se derrite el queso, como se derrite el chocolate. Nos encanta derretir, ver como algo pasa de estar sólido a ser líquido.

Desenredar. Una de las obsesiones que todos tenemos por una sencilla razón… ver algo desenredado por nosotros mismos, sentirnos únicos, especialistas en desenredar. Ver ordenado algo que parecía imposible.

Quemar. Todos tenemos un piromaníaco adentro, hemos tirado todo tipo de objetos al fuego. Si nos ponemos a pensar, nos damos cuenta que hemos visto en llamas todo tipo de objetos y eso no hubiera sido posible de no ser que al fuego le hemos presentado todo tipo de cosas. Botellas, frutas, muñequitos de G.I.Joe, papel, vidrio (aunque vimos que no pasó nada).

Mezclar. Si revisan en su archivo, todos recordamos haber estado con alguien en la infancia poniendo nesquik, detergente, leche y coca cola adentro de un vaso, olerlo, tener nauseas, olerlo y tener nauseas otra vez. Mezclar es una de las grandes actividades permanentes que nos apasionan, cada cosa es un número y la suma de ellas por lo general da resultados que no sabemos, como cuando queremos multiplicar por 17.

Apretar
. El sistema del botón tuvo tanto éxito porque nos encanta apretar. Donde hay un botón lo apretamos y si no se puede, queremos saber que pasa. Tanto nos gusta apretar que dicen que hay un botón rojo en la casa blanca para cuando estemos en el horno…. Lo último que haría la raza humana… es apretar.

Pinchar. Basta tener un objeto punzante (e incluso no punzante) en la mano para empezar a darle uso innecesario e indiscriminado. Cualquier forma de materia que termine en punta va a hacer ensayada contra otra forma de materia.

Rellenar. Amamos rellenar! Queremos rellenar todo lo que esté vacío. Tenemos una bolsa en
para rellenarla de bolsas vacías para luego posteriormente rellenarlas. Los formularios empezaron
a ser completados cuando empezaron a seducirnos con lo de “RELLENE CON SUS DATOS”. Solo tiramos una caja si no encontramos la suficiente cantidad de objetos para rellenarla. De hecho hay una gran teoría que explica que solo guardamos recuerdos para rellenar algo llamado baulera.
De hecho este post lo hice solamente para rellenar ese espacio en blanco que me pide que escribe un artículo.
Salú!