jueves, 29 de noviembre de 2007

Pequeña reflexión sobre la Fidelidad.

La fidelidad radica en el cumplimiento de un pacto que se estipula entre dos personas que llevan a cabo una relación. Pero en la mayoría de las relaciones, si no se lleva a cabo un arreglo hablado de puedos y no puedos, hay ciertas reglas que están preestablecidas que se dan por entendidas, y la fidelidad es una de las que están garantizadas en ese grupo de reglas.
El problema parte de que la cultura nos infló tanto este ítem que se ha vuelto una piedra fundamental e imprescindible para una relación, ya nacemos y vivimos nuestras vidas sufriendo porque esté siempre intacto en, al menos, la otra parte de la pareja.
Es que hay cosas imprescindibles para una relación, como el amor, el buen trato, la diversión, la conexión, pero todas son conceptualmente más realistas. Me refiero a que, por ejemplo, para tratar bien a alguien, no hay que gritarle o darle ordenes, hay que hacerle mimos, hablarle suave, con fundamentos, etc. para divertirse hay que compartir gustos juntos, pasear, buscar cosas nuevas, tener sentido del humor.
Pero para ser fiel hay que llevar a cabo un montón de requisitos estúpidos y contradictorios.
Si uno dice a viva vos que está enamorado de una actriz, y tiene posters de la actriz, y va a ver a la actriz al teatro, no es infiel. Sí puede enojarse la mujer de uno, pero a lo sumo hará lo mismo con su amor farandulero. Todos nos “enamoramos” de algún famoso, pero nadie es infiel por eso.
Si vamos a un cabaret puede ser considerado como infidelidad, porque fuimos exclusivamente a ver mujeres sin ropa. Si miramos pornografía no es infidelidad, aunque es prácticamente lo mismo; ambas son para ponerse cachondo.
Si en una reunión, le das un piquito a todas tus amigas de la vida no es infidelidad, si le das un piquito a una sola si.
En una despedida de soltero está “aceptado” hacer cualquier cosa que un día antes podía ser motivo de separación.
El séptimo mandamiento estipula que “no desearás la mujer del prójimo”. El que esté libre de este pecado que arroje la primera piedra. El deseo es lo más natural que tenemos. Todos miramos, todos deseamos, imaginamos y fantaseamos. ¿Me puedo yo considerar fiel por no haber tenido nunca contacto físico con otra mujer?
Cuando nuestras novias se visten como se visten para salir con sus amigas, ¿realmente vamos a seguir creyendo que se visten “para sentirse cómodas”?
Cuando hablamos con una mujer, y las mujeres con los hombres, están constantemente pendientes de lo que uno dice y no dice para seducir al otro. ¿eso no es infidelidad?
Si podríamos establecer una tabla del uno al diez en la que “1” es decirle “hola” a alguien desconocido y para llegar a “10” que es concretar cualquier tipo de contacto físico (beso, sexo, etc.) hay que pasar por un, digamos, proceso de seducción del 2 al 9… estoy seguro que todos hemos llegado alguna vez hasta el 9. Y el 9 no es infidelidad, porque no pasó nada. Te podés haber dicho de todo, le podés haber confesado tu amor, que soñas con el/ella, pero si no pasó nada, no te sentís infiel.
Tendríamos que asumir que en el mundo todos queremos ser queridos y deseados por los demás. Así como el humano puede tener 10 amigos de su mismo sexo, también puede gustar de 10 personas del otro sexo (o del mismo, me explico no?).
Yo no puedo presumir estar en un grupo de personas que toma la infidelidad naturalmente, como algo humano, yo ya nací así con estas leyes, extrañas, pero leyes al fin. Si alguien me es infiel me pondría realmente muy mal y creo que a la gran mayoría le pasaría lo mismo.
Pero quizás si alguna vez se cambia esta forma de pensar, quizas los hijos de los hijos de nuestros hijos puedan vivir todos más tranquilamente asumiendo que la fidelidad es una ridiculez. Como dice el dicho “nadie se salva de la muerte ni de los cuernos”. Pero los cuernos existen porque existe el concepto de fidelidad.
Salú.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Sobre las fiestas de disfraces.



Llega un momento que luego de una seguidilla infortunada de fiestas de cumpleaños uno se decide por hacer algo distinto para la que viene.
Que es lo primero que se nos ocurre? Las fiestas de disfraces. Quizás ahí podemos percibir el primer error, si a todos se nos ocurre como alternativa “distinta” una fiesta de disfraces, entonces no es “distinta”, sino que es la alternativa obvia. Por qué me descargo hoy contra ellas?, porque quiero aportar mi pequeño grano de arena hacia la concientización colectiva de que hay que empezar a ser un poco creativo a la hora de hacer una fiesta temática.
Las de disfraces tienen todo en contra:
Siempre está la horrible duda de si uno va a ser el único boludo disfrazado o el único boludo no disfrazado. Y aún si la entrada no admite no disfrazados, puede que haya alguien disfrazado de lo mismo. De cualquier manera, el disfraz pasa de moda a los 6 minutos y el calor y la incomodidad se ponen de moda el resto de la fiesta. Borrachos, transpirados y con las manos vacías, tenemos que subirnos al bondi vestidos de la power ranger rosa y hacer un devoto-mataderos-traviesa que es una papita (bah, uno es una papita).

Y como no me quedo sólo con la queja, aporto mis ideas para una buena fiesta “alternativa”. (no prometo que sean buenas).

- fiesta guachina: se toma sólo Tai de naranja, Tetras de vino Bordolino y cerveza La Diosa.
Vestimenta: si se quiere, calzas, polleras cortas, camperola deportiva, gorrita. Pero bueno, no es una fiesta de disfraces tampoco.

- fiesta Bond. James Bond: música de los 60 onda Nancy Sinatra, traje y bebidas que giran entre la hesperidina, el cynar, el martini, obvio y el vermuth.

- Fiesta Sandro. Todos van disfrazados de sandro y hablan y lo parafrasean obligatoriamente toda la noche con el vibrato y temblor de sandro.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Dibujo (una enorme figura que contiene lo que sos)


Por Didí Krajolich

Una enorme figura que contiene lo que sos.
Hay formas interconectadas, en la profundidad difusas, indefinidas, difícilmente reconocibles por la conciencia; a medida que se va ascendiendo los signos comienzan a delimitarse, especificarse, volverse más exactos.
Pero esa interconexión de unas y otras, de esas y aquellas, provoca, promueve que se vayan tiñendo entre si, y las ideas y sensaciones que intentan representar no pueden ser cuadradas y perfectas, marcadas y aisladas; sino que se van entretejiendo por esas líneas invisibles, imperceptibles que van armando y desarmando tramas, arrastrando pequeños fragmentos de oscuridad inconsciente hasta entremezclarlos con elementos de “lo-real”
Y esa figura siempre al borde de una explosión, estrujando para estallar y descomponer los muros que contienen, detienen, retienen.
En la cima picos de retroalimentación con el mundo, tubos perceptivos que transportan hacia adentro estímulos intermitentes que quizás se dispersen y acoplen con aquellas formas y las despierten y revuelen, trastocando, transformando los enlaces constituidos. Y a su vez los conductos expulsan hacia fuera lo que vos sos, lo que construís, conformas, lo que tiras, lo que aceptas, asimilas y aquello que rechazas, intoleras, desvalorizas.
Hay alguna cadena de círculos vacíos, huecos que atraviesa toda la constelación. Ellos ahí simbolizando esos instantes de de-construcción, de parálisis, de in-entendimiento, de rabiosa descarga nerviosa sin denominación coherente. Retraimiento del tiempo, el reloj interno se va desintegrando. Siempre esta ahí, los días, las horas, los minutos, pero en tu figura los despedazas hasta que se desparraman, deforman los números, las agujas, los resortes, los motores. No solo hay tiempo recto, no en vos, no en tu mente, podes ir y venir y perturbar la linealidad. En tu cabeza enmarañada de ideas, representaciones, sentimientos, emociones, ellas trascienden el orden y lo estremecen. A veces intentan burlarse de esa mirada fija que nunca cierra sus ojos; una contemplación que atraviesa y puede des-fundamentar y desarticular todo aquello que parece estacionado en pequeños cubículos de tu cabeza.
Cuando las descargas se hacen más evidentes, imperan, dominan, desestructuran. Se rebalsan, y se configuran derrames, efusiones explosivas. Manchas negras, sombras deformadas, oscuridad atemorizante, miedo de lo que uno mismo expulsa, imágenes desconocidas. Eso que no se puede ver, lo indecoroso, lo reprimido, liquido negro de personificación desperdigada.
Y así queda configurado un cúmulo gigante difícil de determinar. Formas, hilos, oscuridad, luz, tubos, tiempo, miradas, manchas diseminadas, agujeros.
Uno de los mil modos de representarte, simbolizarte, dibujarte, imaginarte.
Un momento de mí. Un instante de ensueño y la necesidad de recrearlo en un papel. Un des-cruce del tiempo en mi fantasía de implantar una imagen.
Una apariencia en el medio de nadas que se entrelazan. Un impulso-expulsión, una visión; una figura que, no siempre, puede contenernos.

1000

Bueno, mi blog ha llegado a las 1000 visitas. Obviamente unas 100 me deben corresponder a mi, otras 300 a mi mamá, 400 a mis amigos y 150 a compañeros de oficina. Así que gracias (también) a esas 50 personas que en un error astral se infiltraron sin querer en estos pagos textuales.
espero que hayan disfrutado el blog hasta aquí y que vuelvan a visitarlo en un futuro ya que pienso seguir escribiendo eso que nunca escribo.

Acepto frases de felicitación y de descarga contra el sistema capitalista.